El taller de teatro del barrio está a punto de iniciar el ensayo general y valoran las obras que van a representar: dos entremeses de Cervantes que parecen describir los eternos mecanismos de la dominación y de como nos dejamos engañar, debilitados por nuestros propios temores a ser juzgados por los demás y por la legalidad vigente.
Un viejo, celoso y egoísta, casado con una adolescente para su uso y disfrute, encerrada a cal y canto, es burlado por la acción de la vecina. Tiene razón el viejo cuando teme a las vecinas, porque así es como las mujeres descubren la verdad que las somete.
Dos pícaros embaucadores planean un engaño, sobre la base del miedo que sufre la gente a ser juzgado si no sigue la doctrina oficial del momento, establecida por la clase dominante como verdad incuestionable. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a someternos? Ya sea ante un retablo de madera o electrónico, siempre hace falta valor para cuestionar la verdad oficial.